La vida es injusta, nos llena los corazones de amor...
los ojos de bellas miradas... y
las mejillas,
de tiernos y amorosos besos.
Y un día, sin darnos ocasión de poder elegir, de un brusco manotazo
nos quita todo aquello que conocemos y reconocemos que nos regaló y...
Y quedamos con esa transparente tenencia